domingo, 23 de febrero de 2014

Hoy en Crónicas Anexas: El ciudadano Jack a punto de desaparecer para siempre

Era tarde ya, bastante tarde. Bastante tarde además para ser un lunes. Uno no está a las 12 de la noche en una esquina mal iluminada esperando a nadie. Pero ahí estaba Jack, esperando a Pedro. Según su recientemente adquirido IPhone, Pedro llevaba 17 minutos tarde. Sí, ya eran las 12:17 de la noche de un lunes y ahí estaba Jack esperando a Pedro.

No era un barrio particularmente peligroso ni mucho menos, pero esto es Santiago. Cosas extrañas ocurren en Santiago. Jack lo sabía.

El farol que llevaba titilando toda la noche finalmente se apaga y la esquina queda aún peor iluminada. Dios, qué mal pinta esto. Jack duda de si volver a sacar el IPhone, no vaya a ser que tiente a algún ladrón al acecho, pero en realidad no hay nadie. Nadie de nadie. Ni Pedro, la ausencia más notada por el único presente en esa esquina (me refiero a Jack, por si acaso). Saca el IPhone y son las 12:21. Curioso ahí como se muestran los números reflejados, el 1, luego el 2, el 2 de nuevo y el 1 al final… y nada de Pedro.

De pronto un auto negro aparece dando la vuelta en la esquina. Disminuye la velocidad y se acerca a Jack. El vidrio polarizado de atrás se abre y Jack ve a un señor mayor, muy peinado hacia un lado. El señor lo queda mirando un segundo y le hace una señal de negación al conductor. Cierra el vidrio y se van con un leve chirrido de las ruedas.

Muy bien Pedro, 22 minutos es todo lo tarde que podrías haber llegado. Jack se mete las manos a los bolsillos y camina lo más rápido posible sin que parezca que corre.

2 comentarios:

  1. ¿Nunca mas se supo del ciudadano Jack?

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  2. sigue evadiendo la completa desaparición, pero como que siempre está a punto...

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