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domingo, 23 de noviembre de 2014

Frontera Festival, 15 de noviembre - Primavera Fauna, 22 de noviembre - 2014

Primavera Fauna - Real Estate
Tuve la surte loca de que me invitaran a ambos festivales (¡Grandes Victor, Nata y Gléh!). Ahora que Chilito se ha plantado, echado fuertes raíces y establecido su lugar como parada obligatoria de las giras musicales de casi cualquier banda del mundo (te seguimos esperando Sigur Rós), estamos llenos de recitales, tocatas y festivales, cosa que los organizadores tendrán que tener en cuenta a la hora de establecer precios. Digamos que hay pocos bolsillos que aguantan tanta extracción en nombre del entretenimiento... Considerando que aún nos quedan Rockout Fest, Legalize Festival, Lollapalooza, los side shows de Lollapalooza y etc, hay que filtrar, hacer de tripas corazón, y dejar pasar a los que en realidad te gustan, pero no estás dispuesto a desembolsar 50 lucas en desmedro del otro que sí que te gusta mucho.

Primavera Fauna - Uno de los tantos stands
En fin, situaciones financieras a parte, retomo mi narración. "¿Por qué hablar de esos dos festivales en un mismo post?", se preguntará el lector inquisitivo. Son tan distintos, de hecho, son diametralmente opuestos. Y esa es justamente la razón.

Frontera: En el Club Hípico, fácil acceso, unas 20 lucas más barato, música en español proveniente de variados rincones hispanoparlantes.

Primavera Fauna: En el Espacio Broadway, llegas en auto o pagándole 5 o 7 lucas al bus de acercamiento, sus 20 lucas más caro, música indie pop electrónica nacional e internacional.

Eso como primera pincelada. Como segunda pincelada: el público objetivo y, como consecuencia de ello, la organización.

Primavera Fauna - Mogwai
Primavera Fauna un desfile de personajes fascinantes, intrigantes, gente colorida, no tan colorida, rockera, taqui rockers, de zapatos tornasol, de poleras de The Hives o Interpol, de pelos planchados, de pelos sueltos al viento con coronas de flores, con polerones grises, con aires a Sofia Loren, con barbas largas, cortas, despeinadas, perfectamente cuidadas o sin barba, muertas de frío con short, muertas de calor con chaquetas aleopardadas, con cabezas de unicornios, con hawaianas, con bototos, con blue jeans y una polera negra, con pelos muy largos, muy cortos, morados, verdes, rosa desteñido o sin pelo. Fauna, en Prmavera Fauna hay al menos un representante de cada especie posible. Entretenido de ver, entretenido de ser parte, aportando con mi especie. 

Un festival repleto de rincones, armado para que su público disfrute del lugar. Colchones Rosen para descansar o escuchar música acostado; "carpas" con aire árabe, con cojines y protegidas del sol para echar la talla con los amigos; cojines-asiento; mantas de picnic con canastos de picnic, sin picnic; sillas playeras color rosa; rincón indoor con sofá y comodidades indoor; sectores vip que eran iguales a los sectores no vip pero con sillones; mesas de ping pong y taca tacas a 500 pesos; y suma y sigue. Un deleite para los diseñadores, eso está claro. Seguro que fue de lo más entretenido diseñar, armar y ver el resultado final. Y el público lo apreció y lo disfrutó.

Primavera Fauna - The Lumineers
Elemento común: las lucas. Hay que tener dinero para pagar la entrada, pagar la bencina/estacionamiento/bus de acercamiento, las 3 lucas que costaba la cerveza Cristal Light... (momento de shock compartido), etc. Acá hay dinero que se gasta antes (con tu entrada), durante (con todo lo recién mencionado) y tal vez después si tuviste la mala suerte de creerle al "estacionador" y estacionar en ese lugar tan, pero tan ilegal, pero que "los carabineros han permitido porque el recinto está colapsado". Sí, claro, allá voy Juzgado de la Policía Local de Pudahuel...

Frontera Festival - Vetusta Morla
Y para Frontera Festival gente normal en todas partes. Jeans, poleras negras, jeans, zapatillas negras, jeans, mochilas grises, jeans negros, polerones azules, jockeys, normalidad, normalidad, normalidad. Gente que va por la música, gente que va a ver bandas, que se sienta en el pasto, que fondea su chela, que es fan y fue única y exclusivamente a escuchar música. ¿Hubieran disfrutado de un lugar plagado de asientos, cojines, mantas de picnic y sillones? Sí. ¿Hubiera pagado 20 lucas más para tener eso? No lo creo. No había cerveza, pero el choripan doble salía 3 lucas. Lo menciono como escala comparativa.

Por último, la razón que nos lleva a todos a asistir a eventos de este tipo: las bandas. Acá la subjetividad es infinita, pues es cosa de gustos, pero sí hay cosas objetivas que uno puede plantear: 

Frontera Festival - Aterciopelados
Frontera con unos 30 minutos de atraso en todos los escenarios... mal, imposible de organizarse, imposible anticiparse para ver un poco de esto y un poco de aquello. Pero las bandas... ¡un 7! Cada una en su estilo, ya sea punk, rock and roll, reggeaton o un mix de todo lo anterior, esta gente supo presentarse, supo entretener, supo llevar a su público. Vetusta Morla recibido por su fanaticada española, que ahí mismo me enteré que son una banda con mucho arrastre en su país natal (sí, España); Divididos sonando fuerte y duro como debe ser; Bomba Estéreo demasiado más electrónico de lo que me hubiese gustado, pero con buena puesta en escena y mucha energía; Aterciopelados, unos profesionales, impecables, entretenidos, con una voz poderosa, protestando por México, protestando por Chile; y por último, Calle 13, con un dominio absoluto del público, haciendo que nos abrazáramos, que saltáramos, que cantáramos e hiciéramos lo que sea que ellos quisieran, reclamando por las injusticias del sistema e incitándonos a no comprar su disco: "Si no tienes dinero para pan, leche y huevos, no gastes dinero en nuestro disco. Bájalo de internet". Bonitas puestas en escenas, buen sonido, mucha empatía con el público y ese sonido latino que se mete entre nota y nota, otorgando identidad. En fin, un festival con bandas que saben divertir y un público que los fue a ver a ellos.

Frontera Festival - Calle 13
Primavera Fauna otro mundo... Digamos que acá la música era la excusa para el evento, no era el evento. La razón de estar ahí no era esa banda en particular que te hace alucinar, sino más bien esa fauna de cosas que ya no quiero volver a describir. Bandas copias de otras bandas, bandas que no mostraban nada nuevo, con un tema redondito tras otro tema redondito tras otro y otro... Empezaban y uno decía "Vaya, esto suena bien", luego "Esto también suena bien, Veamos qué más hay". No hay nada más. Eso que sonó bien es lo que sonará el resto de su presentación. Llegamos a medio camino de Real Estate, que sonaba bien; pasamos a Erlend Øye and The Rainbows, una unión entre The Whitest Boy Alive y Simple Red (The Redest Boy Alive), sin jamás salirse de eso; seguimos con Maxxi Soundsystem, un remix del remix de Tecno Tronic... No aguantamos más tanta falta de originalidad y nos fuimos a pasar nuestro momento Cosmo en la carpa de Cosmopolitan (ya que las bandas no proponían nada, aprovechemos lo que propone el evento). Mogwai tenía que ser la salvación a esta sequía musical. No lo fue. Sonaron mal, demasiado saturados, el viento arruinando las ruidosas guitarras y una puesta en escena sin absolutamente nada. Tratemos con The Luminieers y ahí tuvimos el tren por excelencia de temas redonditos sin ningún riesgo, sin ninguna propuesta. A esa altura, ya había cansancio, ya habían ganas de utilizar alguno de esos rinconcitos ultra acogedores. Echadas en los muy cómodos colchones Rosen, esperamos que se acercara la hora de Tame Impala, única banda que conozco. No negaré que había miedo. Miedo de un sonido plano, del viento arruinándolo todo, de cinco chavalitos muy quietos con sus guitarras sin nada interesante que ver, descansando en su look hipster/indie que conlleva una actitud indiferente e increíblemente poco estimulante de presenciar.

Primavera Fauna - Tame Impala
Pues no. Al fin música. Al fin una banda que sabe tener influencias y transformarlas en algo nuevo. Una banda cuyos integrantes no son tan enérgicos, pero que lo compensan con una gráfica a otro nivel: simple, al ritmo de la música, enriqueciendo su sonido y haciendo que tus ojos disfrutaran tanto como tus oídos. Tame Impala salvó la noche y nos pudimos ir sintiendo que habíamos ido a presenciar música. No nos quedamos al resto, pues ya eran las doce y tanto de la noche y, la verdad de las cosas, es que no queríamos arruinar lo que nos dejó Tame Impala con otra banda copia de otra banda.

Primavera Fauna - Tame Impala
En resumidas cuentas, vemos que el mundo de los festivales ya da para cualquier cosa. Pueden estar armados en torno a bandas con trayectoria y que están ahí creando, innovando, aportando y que atraen a la gente por su música, o pueden tratarse de armar más bien una fiesta que dura todo el día, con música en vivo y muchas otras cosas que hacer a parte de escuchar música. Queda a gusto del consumidor.

lunes, 8 de abril de 2013

Lollapalooza 2013 - Santiago, Chile, 7 de abril 2013

Y ahora vamos por ese segundo día.

Después de una noche de descanso, llegué nuevamente a las 3pm, esta vez para ver a Keane. Ok, sé que son muy demasiado melosos, pero soy mujer y tengo mi lado cebolla que hay que honrar de vez en cuando. Así que puntualísima, me instalé entre las fans (porque aquí son LAS fans) a dejarme cubrir con ese exceso de azúcar de Keane. Pasé por Bend and Break, Nothing in my Way y cuando estábamos con Everybody is Changing, agoté toda mi dosis endulzantes del día (por no decir del mes) y partí en busca de mis amigos. Sin embargo, en defensa de Keane, debo decir dos cosas: Tom Chaplin sí que sabe cantar y todos, hombres y mujeres, coreaban sus temas. Buenos.



Hicimos un entremedio y nos fuimos relajados a ver a Foals. Yo no los conocía (y eso es bakán de Lollapalooza, porque conoces bandas que no tenías idea que existían). Había menos gente, un sol poderoso friendo los cráneos y una banda muy parecida a Two Door Cinema Club, con esas baterías rapiditas y un sonido bien indie. Pero hacia el final, sacaron un poco de distorsión y se dejó ver un sonido más under, como indie grunge. Al final me pareció que la banda estaba entre Two Door Cinema Club y Sonic Youth. Tendré que descubrirlos mejor.

Terminó Foals y nos pasamos a Franz Ferndinand. Haciendo honor a su fama, el recinto estaba repleto. Fans por todas partes, todos felices saltando y bailando con cada tema y dejándose sumergir en cada hit. Sonaron impecables, prendieron a todo el mundo y cumplieron con todas las expectativas. Evel Eye, The Dark of the Matineé, Do You Want To, Take Me Out, osea, con un repertorio como ese no tenía como salir mal. Máximo.

Y ahora llegó el turno de uno de los más esperados por muchos: A Perfect Circle. Confieso al tiro que no soy fan porque tengo la referencia de Tool, que es demasiado denso para mi. Me cuesta digerirlos. Pero son quienes son, y con la grata sorpresa que tuve con Puscifer el día anterior, había que ir a verlos. Adelante, muy adelante nos ubicamos y compartimos con
la fanaticada una presentación intensa, cargada de poder. La puesta en escena era simple, con Keenan en un lejano rincón, dejando el protagonismo a Billy Howerdel y al batero Jeff Friedl. Digo al batero porque le ponía tanta fuerza que su presencia se hacía notar. Para mi, lo mejor fue Couting Bodies Like Sheeps..., seguramente porque tiene un aire a Nine Inch Nails que me es irresistible. Fue un muy buen recital, distinto a todo lo que ya habíamos escuchado en este día y medio de festival. Sin embargo, muchos fans me comentaron después que no les gustó tanto, más que nada porque faltó su máximo hit Judith. En fin...

Un paréntesis: pongo esa foto de A Perfect Circle porque así es como realmente vemos los pequeños como yo... ¡Ja!

Después de esa dosis de rock a la vena, partimos a Los Tres, a ver si podíamos descansar un poco escuchando buena música antes de The Balck Keys. Llegamos tardísimo, pues topaba con A Perfect Circle y solo alcanzamos a escuchar unos tres temas. Estaba repleto. Seguramente todos los que querían algo más tranquilo se fueron a verlos, y Los Tres tienen gran fanaticada en Chile. ¿Quién no conoce sus temas? Así que ahí nos quedamos hasta que terminó y partimos a esperar The Black Keys.

Sentados en el pasto, escuchamos a Deadmau5 a lo lejos. Finalmente pude descansar algo que fuera, pero cuando empezó The Black Keys, estaban todos tan cansados que nadie quería ir más adelante. Soporté unos 4, 5 temas ahí a lo lejos, hasta que no aguanté más y partí sola a las primeras filas. Llegué justo para Gold on the Ceiling y salté y bailé con todos los fans. Pero se notaba el cansancio en el público, ya estábamos en las últimas... ¡No importa! A bailar y saltar con Your Touch, Little Black Submarines, Money Maker y ya cuando llegamos a Lonely Boys, el público dio todo lo que le quedaba y hasta morir no más. Ahí empezó a irse mucha gente, y aproveché de ver los últimos temas lo más adelante posible.

¡Uf! ¡Qué finde! Estoy agotada y feliz y ya quiero ir a otro recital. Que manera de pasarlo bien.

Antes del premio a los mejores, debo decir que la calidad del sonido en este festival estaba a otro nivel. Se escuchaba perfecto estuvieses donde estuvieses y a la distancia que fuera. La variedad de bandas y de gentes y de ambientes estuvo total. Lejos el mejor festival que me ha tocado.

Para los mejores, mantengo mi declaración del día anterior: lo mejor The Hives y máxima revelación Puscifer. Feliz.

lunes, 14 de mayo de 2012

Vicentico - Santiago, Chile, 11 de mayo 2012

¡Se pasó el arrastre que tiene Vicentico! El Teatro Caupolicán (¡grande Teatro Caupolicán) estaba repleto. La única otra vez que me tocó ese recinto así de lleno fue cuando vi a los Fabulosos Cadillacs en el 2000. Ni Interpol ni Prodigy (que son las otras bandas que recuerdo haber visto ahí) lograron tamaña convocatoria. Y bueno, el concierto empieza y uno se da cuenta del por qué. ¡Él es un máximo! Canta filete, con su voz llorona y rasposa,. Tiene cualquier presencia, paseándose de un lado para otro con una mano en el bolsillo, seduciendo al público con su simpatía. ¡Es un ídolo! Y ya cuando se quedó solo con su guitarra y cantó con toda esa gente "Siguiendo a la luna"... Es por esos momentos de completa unión y armonía que vamos a recitales ¿o no?

Y al final, después de volver dos veces, nuestro querido Vicentico de nuevo se queda solo con su guitarra y nos hace felices a todos una vez más... ¡Te queremos! En Chile todos te queremos y te seguiremos queriendo tan lejos como puedas llegar. Las cosas que dices tienen sentido, Podemos detenernos y ponernos a pensar. ¡Eres un grande!