miércoles, 16 de octubre de 2013

Jane's Addiction - Santiago, Chile, 15 de octubre 2013

Ya me había resignado a que no iba a ver a Jane´s Addiction. En época de vacas flacas no se puede tener todo, hay que elegir. Blur/Beck o Jane`s Addiction. Ya había visto a Jane's en el primer Lollapalooza, pero nunca he visto a Beck, así que Beck (y Blur es un excelente añadido). Asumida mi decisión, estaba bajando el último capítulo de Elementary y acomodándome para ver el partido cuando me llama uno de esos amigos que todos deberian tener: "Pauli ¿qué haces hoy?", "Nada mucho ¿por?", "¿Quieres ir a Jane's Addiction?". ¿Quéééééé? ¡Por la cresta que hermoso es el mundo!

Y así llegué al Caupolicán. Con una sonrisa de oreja a oreja, lista para dejarme transportar a ese pasado en el que Jane's era la banda sonora. Entramos, vimos el final del segundo tiempo en la pantalla gigante instalada para que no nos perdiéramos la clasificación de Chilito al Mundial, celebramos y aplaudimos con todo el recinto el final del partido y esperamos que esos grandes subieran al escenario a celebrar con nosotros. Y entonces la guitarra que todos estábamos esperando entona un "olé, olé, olé, olé" y todos nos sumamos y "olé, olé, olé, olé, Chile, Chile" es lo que se escucha en el Caupolicán. Minutos más tarde, bajan las luces, el público se prende y aparecen Perry, Dave, Chris y Stephen con Underground de fondo. Empezó.

Sin descanso, sigue el máximo clásico, hit de los '90, Mountain Song. Nos dejamos atrapar por su riff inconfundible y todos cantamos "Comin' down the mountain!". Perry Farrell se acerca al público, les sonríe y los seduce, mientras Dave Navarro despliega todos sus solos de guitarra. La fiesta sigue con el single Just becaouse de su penúltimo disco Stray. Luego viene Had a dad y entonces aparece la deliciosa percusión de Sex is violent (o Ted, just addmit it..., dependiendo del disco), acompañada de los acordes de Dave. Las bailarinas de Jane's se lucen e hipnotizan al público, con ese erotismo oscuro que suele acompañar sus recitales.

Salimos del trance con Been Caught Stealing. Con un hit así sonando en vivo uno hubiese esperando que el público se lanzase a cantar y saltar, pero no estaba tan entregado. A pesar de la simpatía de Perry, de los solos de Dave, del poder de la batería de Stephen y de los acordes de Chris, el público no prendía. Y eso que recién habíamos clasificado al Mundial. Curioso.

En fin, el recital sigue y suena Ain't No Right, Up the Beach, Three Days, Ocean Size y de pronto "Señoras y señores, nosotros tenemos más influencia..." y "Here we go!". Stop! arremete con todo. Sin intervalos, escuchamos Chip Away, con un Stephen inspirado que nos envuelve a todos. Y finalmente llega el momento de escuchar su máximo hit. Dave toma su posición, el escenario se ilumina de rojos y amarillos y todos cantamos Jane Says.

Y así termina un recital que, a pesar de lo bien que están esos cuatro músicos, de lo empáticos que fueron con nosotros y de hasta sorprendernos con dos mujeres colgadas de la piel, no lograron prender al público. Algo extraño en este país, donde la sola presencia de nuestros ídolos suele ser suficiente y si más encima la banda responde con una excelente performance, siempre terminamos entregándonos por completo. En fin.

Una mención especial para la chica que Perry subió al escenario. Cantó, bailó con él y, algo sobrecogida, salió corriendo y se lanzó al público. ¡Esa es la actitud!

El setlist.

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