lunes, 8 de abril de 2013

Lollapalooza 2013 - Santiago, Chile, 6 de abril 2013

Fueron tantas emociones y una variedad tan absoluta de público y bandas, que me cuesta un poco decidirme a como escribir esto. Pero vamos, por algún lado hay que empezar.

Día 6, Of Monster and Men, buenísimo. Llegué justo a la hora, no estaba saturado de gente y me pude acercar bastante. Si la banda ya emana una ternura en estudio, en vivo se pasaron. Tienen una onda muy de amigo tocando para sus amigos y Nanna es la dulzura misma. Cuando este público chileno (que espero que nunca cambie) le empieza a cantar "mijita rica, mijita rica, lalalalalala" y ella dice con esa vocecita "I don't know whats going on!" yo creo que ahí sí que ya nos ganó a todos y a bailar y a cantar se ha dicho. Fue rico estar en medio de esos fans que se saben las letras y los cumpleaños, cantando Feliz Cumpleaños, Dirty Paws y Little Talks. Yo sé que Little Talks es el hit, pero por algo los es y es porque es filete. Así que empezamos el día maravillosamente.

Luego partí a encontrarme con los amigos, a comprar agua, a escapar un segundo de ese sol implacable y entré al Movistar a escuchar un par de temas de Crystal Castles, pero fueron realmente solo un par de temas, no lo suficiente como para armarme una impresión de su recital...

El siguiente plato fue Kaiser Chiefs, con un aire a brit pop rudo. Tal vez solo brit rudo, sin pop, porque no tienen mucho de lo que uno llama pop. Prendieron a todo el público desde el principio, alentando a esas miles de personas a saltar y bailar con todos sus temas. Un Ricky Wilson entregado al escenario, dio una excelente performance, que a ratos me recordaba a Brett Anderson de Suede, paseándose por todos lados y disfrutando cada tema. Buenos, intensos, entretenidos.

Y entonces llegó el momento de The Hives. Estuve bien adelante en un principio, pero el frenesí de las primeras filas me venció y tuve que alejarme un poco. Sea como sea, lejos, lejos, lejos el mejor recital del Lollapalooza. Sé que todos tenemos nuestra opiniones y gustos, pero a la mierda todos los que digan que The Hives no fue lo mejor que vieron este finde. Cómo explicar el carisma que tiene toda esa banda, porque no es solo el vocalista el que prende a la gente, con un bajista quieto en su lugar o un guitarrista que hace los suyo, pero sin mayor participación en el escenario. Acá eran cinco individuos con un protagonismo compartido que hacía moverse hasta al más abuelito del lugar. Pero sí, el máximo exponente del grupo era su vocalista Pelle Almqvist. Con ese español inventado y esa energía inagotable, nos atrapó a todos y tuvimos que saltar hasta morir. "El siguiente cantanto...", "Somo los ¿señores/senadores? de la música punk rock" y "¿Quieren música rápido? ¿Más rápido?" Era simplemente imposible quedarse quieto y no dejarse embobar por esa pinta Naranja Mecánica y ese furor contagioso e imparable. Excelente.

Uf, después de esa hora y cuarto con el "rey la música punk rock", llegó el turno de Queens of Stone Age. La expectativa era altísima, pues ya habían deslumbrado con su primera pasada por Chile, cuando vinieron al Maquinaria junto con los Pixies. Y, por supuesto, entregaron un show impecable. No los vi enteros, me quedé creo que hasta el tema que tocó con Eddie Vedder, porque mi compañero de recital quería ver a Puscifer. Pero vamos, Queens of the Stone Age son unos maestros y saben lo que hacen. Después me encontré con amigos que los vieron y alucinaron (como corresponde).

Así que como a las 7:30 partimos a ver Puscifer. Con ese nombre tengo que decir que no esperaba mucho de la banda, pero mi amigo me decía que era del vocal de Tool y que había que cacharlos. Llegamos sin muchas ilusiones, como al tercer tema, simplemente a ver de qué se trataba. Pues fueron la revelación de Lollapalooza. Simplemente increíbles. Un rock intenso, pesado, pero despierto, sin esa densidad característica de Tool. La puesta en el escenario era buenísima, como un avión de primera clase, donde Keenan estaba disfrazado de piloto y la vocalista que lo acompañaba iba de azafata. A ratos ella bajaba a una especie de bar que tenían en el escenario y les servía comida a los integrantes de la banda, cumpliendo su rol de azafata. La música estaba simplemente a otro nivel, una unión de lo mejor de Nine Inch Nails con Tool, agarrando el frescor de NIN e incrustándoselo a la intensidad de Tool. Y ya cuando pasaron el video de Vagina Airlines con las instrucciones de seguridad de vuelo, nos tenían a todos totalmente conquistados y nos reímos y disfrutamos esta muy grata sorpresa.

Y ahora sí que vamos por el final de este día, caminando hacia Pearl Jam. Después de haber estado horas de horas de pie y de haber agotado gran parte de las baterías con The Hives, no nos dio para acercarnos tanto y optamos por una ubicación más modesta. Y como Peral Jam tiene ochocientos mil fans, estuvieras donde estuvieras, la fanaticada te envolvería y podrías perderte en la masa. Y así fue. Temón tras temón, Pearl Jam nos hizo disfrutar y cantar en coro el tema que tocasen. Pero tengo una crítica a su recital y es que ya han venido tres veces, la última fue hace nada, así que podrían cambiar su repertorio un poco. Saquemos Black, Jeremy y Do the Evolution, y pongamos un Red Mosquito, un Rats y The Fixer ¿Para qué terminar con Yellow Ledbetter de nuevo? Keep on Rockin' in the Free World hubiera hecho un cierre mucho mejor y novedoso. Opiniones personales a parte, ellos son unos profesionales, son dueños del escenario y siempre cumplen con entregarte más de lo que esperas. Grandes.

En resumidas cuentas, el galardón a mejor recital va para The Hives y el de banda revelación queda para Puscifer. Excelentes.

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